De
forma genérica la microdermoabrasión
es una técnica que utiliza partículas minúsculas, que atraviesan
suavemente un tubo de vacío, con el fin de retirar la piel
envejecida. El resultado es una abrasión suave, o un proceso de
“pulido”, que estimula el crecimiento de nuevas células de la
piel.
La
Microdermoabrasión facial es un procedimiento mediante el cual se
realiza una exfoliación de la cara, cuello y escote con
microcristales de aluminio, llamado Corindón.
Es
un procedimiento nada agresivo para la piel, al contrario, la piel se
renueva en su totalidad y muy progresivamente, se eliminan las
células de la capa córnea de la epidermis. La
eliminación de las células muertas en las capas exteriores promueve
la regeneración celular, incrementando la producción de colágeno y
con ello la elasticidad.
Es
una técnica ideal para mantener la piel joven, suave y limpia.
Los
resultados que se obtiene son parecidos a los que obtenemos con los
peeling superficiales, permitiendo la incorporación a las
actividades cotidianas inmediatamente.
cicatrices
causadas por acné, líneas finas en la piel, estrías, arrugas, piel
deshidratada, piel grasa, cicatrices menores, y daños de sol.
Debemos
destacar que este procedimiento debe realizarse con un profesional
que asesore y realice el tratamiento con responsabilidad y
conocimiento de dicha técnica.
El
número de sesiones depende de la piel a tratar, pero de manera
general son necesarias un mínimo de 4 sesiones con una separación
entre ellas de 1 o 2 semanas, según el caso.
Cada
sesión fura aproximadamente 30 minutos y después se colocan
mascarillas y cremas calmantes y descongestivas.
Con
este tratamiento conseguimos mejorar:
- las líneas y arrugas finas.
- la hiperpigmentación
- los poros dilatados.
- las estrías combinándose con determinados peeling.
- los rastros de los daños superficiales en la piel producidos por el envejecimiento y el sol.
- la circulación para lograr una piel más sana, sin interrumpir las actividades diarias.
