sábado, 27 de septiembre de 2014

MICRODERMOABRASIÓN CON CRISTALES DE CORINDON



De forma genérica la microdermoabrasión es una técnica que utiliza partículas minúsculas, que atraviesan suavemente un tubo de vacío, con el fin de retirar la piel envejecida. El resultado es una abrasión suave, o un proceso de “pulido”, que estimula el crecimiento de nuevas células de la piel.

La Microdermoabrasión facial es un procedimiento mediante el cual se realiza una exfoliación de la cara, cuello y escote con microcristales de aluminio, llamado Corindón.

Es un procedimiento nada agresivo para la piel, al contrario, la piel se renueva en su totalidad y muy progresivamente, se eliminan las células de la capa córnea de la epidermis. La eliminación de las células muertas en las capas exteriores promueve la regeneración celular, incrementando la producción de colágeno y con ello la elasticidad.

Es una técnica ideal para mantener la piel joven, suave y limpia.

Los resultados que se obtiene son parecidos a los que obtenemos con los peeling superficiales, permitiendo la incorporación a las actividades cotidianas inmediatamente.

La microdermoabrasión está indicada en las siguientes situaciones:
cicatrices causadas por acné, líneas finas en la piel, estrías, arrugas, piel deshidratada, piel grasa, cicatrices menores, y daños de sol.

Debemos destacar que este procedimiento debe realizarse con un profesional que asesore y realice el tratamiento con responsabilidad y conocimiento de dicha técnica.

El número de sesiones depende de la piel a tratar, pero de manera general son necesarias un mínimo de 4 sesiones con una separación entre ellas de 1 o 2 semanas, según el caso.

Cada sesión fura aproximadamente 30 minutos y después se colocan mascarillas y cremas calmantes y descongestivas.

Con este tratamiento conseguimos mejorar:
  • las líneas y arrugas finas.
  • la hiperpigmentación
  • los poros dilatados.
  • las estrías combinándose con determinados peeling.
  • los rastros de los daños superficiales en la piel producidos por el envejecimiento y el sol.
  • la circulación para lograr una piel más sana, sin interrumpir las actividades diarias.